“El poder es como un explosivo: o se maneja con cuidado, o estalla.”
Enrique Tierno Galván (1918-1986)
El largo y denso Pleno Municipal del pasado día 31 de marzo de 2016 fue, más allá de los diversos contenidos concretos del mismo, muy revelador del talante político que muestra el actual equipo de gobierno (y satélites) hacia aquella ciudadanía que no comulga con la verdad “oficial”. En concreto haré unas breves referencias a los que considero fueron los dos temas estrellas de la noche:
cementerio y plaza Francesc Macià. Para aquellos que todavía no lo sepan les informo que el equipo de gobierno, y su extensión podemita, se ocuparon de tumbar los aspectos fundamentales de ambas mociones. Una vez más...
Por lo que respecta a la “
moción de los afectados por la concesionaria del cementerio” (según su autodenominación), las 196 firmas de apoyo así como la temática en sí obligaban a que el más elemental sentido de la prudencia se tratase esta cuestión de una forma exquisita.
Pues bien, ni la presencia de muchos de los asistentes, ya de avanzada edad, apeó al equipo de gobierno (ICV-EUA-PSC) de su tónica habitual al respecto de esta cuestión: parapetarse detrás de un complejo y turbulento discurso vacuamente formal. Digo esto porque fundamentar el sentido del voto negativo en los informes técnicos de los servicios jurídicos municipales (preceptivos pero no vinculantes) dice muy poco de la voluntad política del equipo de gobierno (o sea, nula voluntad política).
No nos engañemos: las flagrantes injusticias que han asolado a nuestra sociedad en los últimos tiempos se han hecho, con todos los informes técnicos y jurídicos pertinentes. Y ello no ha hecho que fueran justas. Cuando hay sensibilidad y voluntad política, y desde el respeto a la ley, se ponen en marcha las iniciativas necesarias para cambiar las situaciones que puedan llegar a ser injustas por lesivas con los intereses y sentimientos de las personas. El tema del cementerio es una de ellas, si se es sensible y se quiere hacer.
Y es éste el elemento diferencial y fundamental:
la ausencia de sensibilidad y voluntad política del actual equipo de gobierno con esta cuestión, tan delicada y emotiva. Una ausencia de empatía y una falta de consideración de una cuestión tan emocional, que se condensó en el tortuoso discurso que leyó el concejal socialista, señor Molina, y que mostró una de las peores faces del poder público: cuán enorme, fría y carente de sentido de servicio público puede ser la administración ante la debilidad del administrado, al que al final le queda poco más que la vía judicial para defender sus intereses. Seguro que nuestros mayores se sintieron muy reconfortados después de esta intervención...
Porque detrás de todo este enmarañado asunto se pueden sacar varias conclusiones. La primera es que la falta de receptividad municipal en esta cuestión es una
forma hábil de seguir recaudando (la prueba del nueve en esta cuestión es el apoyo del grupo de Convergencia, con el señor Carrión en su papel de concejal de hacienda en la sombra...) La segunda, el trato diferencial que respecto los asuntos de interés social tiene el señor Serrano de Junts per Sant Feliu dependiendo del colectivo afectado. Y la tercera y supongo que por la misma razón,
ICV-EUA fiel a su estilo,
desdeña cualquier iniciativa de las entidades que considera, como mínimo, no afines. Este aspecto se hizo todavía más patente, con más virulencia y hasta manifiesta hostilidad en la siguiente cuestión, no menos espinosa, que fue la sempieterna problemática de la
plaza Francesc Macià.
Brillantes intervenciones de los señores Jaume Zapater y
Daniel Agudo. Este último además hay que reconocer que es todo un valiente. Resultó más que evidente que el señor Agudo no es santo de la devoción de nuestro Alcalde. La tensión se palpa en su rostro cuando interviene...
Apreciaciones personales y subjetivas aparte,
el conflicto de la plaza Francesc Macià es la plasmación de las carencias de todo tipo del equipo de gobierno eco-socialista. Celebro que nuestro alcalde haya decidido tomarse en serio definitivamente la cuestión, dada la rapidez en enfatizar la postura oficial, más allá del Pleno, desde su blog personal (y del que soy asiduo seguidor). Vayamos por partes.
Sin ser jurista, creo que el alcalde lo primero que debería hacer, más allá de las afirmaciones rotundas, sería demostrar documentalmente la propiedad municipal con algo más consistente que el “planell” (que no plano…) que nos muestra en su blog (los vecinos aportan copia de la escritura en las que aparecen como co-titulares de la plaza...). ¿Es una interpretación unilateral por interesada o tiene carácter probatorio? ¿es acaso un “farol”?. Quiero pensar que no es así.
Imagino en estos momentos a multitud de probos funcionarios buscando el papel de marras en la donación de 1985... Porque resulta sorprendente que dicho documento todavía no lo hayamos visto...
Espero y deseo que a los vecinos se les den más alternativas que la de la vía judicial (otra más) contra el bulldozer de la administración. Lamentablemente ante un conflicto jurídico los vecinos tienen que rascarse el bolsillo, mientras que al equipo de gobierno se lo pagamos entre todos. ¿Alguien pedirá alguna vez responsabilidades a los que nos gobiernan?
Porque lo razonable sería, mientras tanto no se aclara esta cuestión,
una moratoria en la concesión de licencias de las terrazas. Sin embargo la cuestión de la propiedad (de facto es espacio público, no nos engañemos) es secundaria respecto al
asunto fundamental que son los usos que de ella se está haciendo y su regulación, y ésta competencia sí que es en exclusiva municipal.
Resulta claro que
la gestión del ayuntamiento en la gestión del orden público en general, y al respeto de las ordenanzas de uso de la vía público y del ruido en concreto, es francamente mejorable. Y a los hechos me remito. Porque
reivindicar como éxito las acciones desesperadamente lentas en casos similares es poco tranquilizador. Y hasta me parece que ante los vecinos de la plaza Francesc Macià me parece en exceso provocador. Y la realidad es, y “sabe más el loco en su casa que el cuerdo en la ajena” que existe tensión entre vecinos y propietarios de terrazas y usuarios de las mismas, y que los vecinos tienen (especialmente en verano) dificultades para descansar de forma apropiada. Supongo que desde mi casa (por no hablar desde la casa del señor alcalde, la señora Aldana o la señora Muñoz (por citar algunos concejales citados por el señor Agudo en su intervención) la percepción es muy distinta. Pero la única válida en este caso es la de los vecinos.
Convergemos (perdón por la expresión) con la conclusión del párrafo anterior. Si nuestro equipo de gobierno no es capaz de gestionar los malos usos de la plaza de forma satisfactoria con un mínimo de calidad apreciable por los usuarios, entonces hay que actuar sobre el foco que los genera.
Ahora ICV-EUA+PSC (y especialmente el alcalde, que decidió con su voto de calidad)
son plenamente responsables de las molestias que se produzcan a los vecinos pues su voto en contra de la moción vecinal de suspensión de concesión de licencias de terrazas, unido a la falta de acción de vigilancia y cumplimiento de las normativas, así lo manifiesta.
Señor alcalde. No se trata de cerrar la heladería ni ningún comercio, como usted ironiza en su blog. Pero
hasta que tengamos un equipo de gobierno más capaz de hacer respetar las normativas municipales y dado que usted nos obliga a elegir… yo elijo que los vecinos descansen. Así de fácil y así de sencillo.
Sin entrar a discutir la previsión presupuestaria de la remodelación de la plaza prevista en el PIM (que me parece a priori bastante baja, sobre todo si hubiese que resolver alguna cuestión estructural), y si tengo que creer en la imagen que también colgó en su blog, entonces ahora si que me preocupo de veras. La propuesta municipal consolida un uso del espacio público donde las terrazas se perpetuarán (y con la renovación creo que además se expandirán).
Insisto: si ustedes no hacen nada al respecto del orden público, las alteraciones del descanso se verán incrementadas de forma significativa. Ojalá me equivoque pero tengo el pálpito que
no van a dejar pasar la oportunidad de convertir la solución definitiva a la problemática actual en un problema mayor (al menos en lo que respecta al descanso vecinal).
Creo que dadas la contestación vecinal sería necesario consensuar una solución verdaderamente satisfactoria con los intereses de los vecinos. Permítame que tenga dudas sobre los procesos participativos en general… pero viendo la asistencia al Pleno del pasado día 31 de marzo, creo que también es manifiestamente mejorable. Propongan una solución de plaza en la que la prioridad del uso del espacio público la tengan los vecinos en usos ordinarios diurnos. Equidad se puede definir como tratar de forma distinta a aquellos que son desiguales. Sería este un caso de aplicación de la discriminación positiva.
Un penúltimo asunto. Me congratulo con la actitud del señor Bossa (al que animo nuevamente a rectificar, él ya sabe por qué…) por su propuesta hecha desde este mismo medio digital. Ya es más que lo que hace nuestro equipo de gobierno. Lamentablemente su propuesta tiene un muy corto recorrido: es lo que se llama un “falso positivo”, por dos razones bien sencillas. La primera, el cambio de asignación de zona de sensibilidad acústica no presupone una gran variación apreciable. En segundo lugar, si se cumpliese el nivel sonoro máximo existente en la zona sonora actual, no existirían alteraciones en el descanso, con lo que reducirlo más no tiene mucho sentido. Dicho de otra manera: si estuviéramos ante un caso de tráfico, y el límite actual de velocidad fuese a 80 km/hora y la gente va a más de 120 km/hora y la policía mira para otro lado, de nada servirá bajar el límite máximo permitido a 60…
Espero y deseo que la mesa de encuentro multilateral aprobada en el punto 4 de la moción vecinal tenga frutos… pero las actitudes indolentes demostradas y la falta de respeto a los compromisos electorales me hacen ser bastante escéptico respecto un giro significativo de los gestores municipales.
El proyecto de futuro del equipo de gobierno para la plaza Francesc Macià parece claro: continuismo por lo que respecta al control del ruido (política ineficaz e insatisfactoria a buen seguro) y proyecto de plaza donde se consolidarán (o incluso aumentarán) las actividades foco de los malos usos. Y al que no le guste... ración de boletín municipal y blog del alcalde..., buenos deseos e intenciones... y si no le gusta... le aplicaremos (sí, a usted) la legislación vigente...
Epílogo. Es interesante ver lo dicho por el PSC antes de las elecciones y su actitud ahora que está en el gobierno (punto 39, http://www.fetasantfeliu.cat/eleccionsmunicipals2015/?page_id=121).
Animo al lector curioso a hacer una búsqueda en internet antes de su borrado definitivo. Donde dije digo ahora digo… Y luego nos extraña que los vecinos se enfaden y desconfíen de la política.
Señor Alcalde.
Está claro que su modelo de ciudad es distinto (no solo al mío)
al de la mayoría de los vecinos de la plaza Francesc Macià, los cuales tienen tanto derecho a descansar como el que más. El descanso y las terrazas, en general, no son excluyentes, pero la experiencia nos ha demostrado demasiado frecuentemente que las acciones de su equipo de gobierno en esta materia han sido ineficaces, escandalosamente lentas o de una indolencia propia del actual presidente del gobierno en funciones. Y que con su voto de calidad ha sancionado una larga temporada de discusiones y molestias. En todo caso usted y su equipo de gobierno ya han demostrado de que lado están.
Conclusión. Las excusas se van acabando para aquellos que han (mal)gobernado durante largos años a nuestro municipio. Si todos ponemos de nuestra aparte, seguramente sus días de mala gestión son ya una cuenta atrás.
PS: espero que algún día alguien nos explique como se otorgan autorizaciones verbales y su validez jurídica.
